


"Volver a vivir el pasado por un momento, con la palabra, con el cuerpo en un temblor, con la voz en un hilo." S.L.F.
Posted 18 Abril 2009 by RBCategories: Argentina
Roberto Bardini
Después del golpe cívico-militar que el 16 de septiembre de 1955 derrocó al general Juan Perón, corre el rumor que en el noroeste argentino hay guerrilleros africanos Mau Mau, famosos porque decapitan a sus enemigos británicos.
Nadie los ha visto, pero se dice que operan en la zona ferroviaria de Tafí Viejo, en Tucumán, y a veces llegan a Salta y Jujuy. Y para preocupación de los servicios de inteligencia de la “revolución libertadora”, también se comenta que están con
Mau Mau es una organización rebelde que de
La verdadera historia –prácticamente desconocida en la actualidad– me la contó en 2007 el inclaudicable Juan Carlos Cena, hijo de un ferroviario de Córdoba y también él ferroviario desde los 12 años. Luego de la caída de Perón, padre e hijo se unieron a
“En 1955, mientras, los burócratas sindicales se reunían en Olivos con el general Lonardi primero y con el general Aramburu después, para reacomodar las relaciones con el nuevo poder, el Partido Justicialista se había volatilizado”, recuerda Cena, que conoce de primera mano la anécdota de los Mau Mau. “
En el caso de los obreros ferroviarios, las reuniones comenzaron después del bombardeo a
Luego del golpe del 16 de septiembre, las comisiones internas y de reclamos de
“El Cipon estaba formado por compañeros duros, probados y disciplinados, defensores a ultranza de los ferrocarriles estatales”, narra Cena. “En más de una oportunidad, en el gobierno de Perón descabezaron jefaturas del taller por corruptas o ineptas. Esta metodología perduró después del golpe de 1955. Fueron los primeros en operar fuera de la organización partidaria. En todo el norte organizaron paros y sabotajes, no sólo ferroviarios. También impulsaron aprietes a comandos civiles, rompehuelgas, delatores y traidores. Eran absolutamente independientes y nunca pudieron ser controlados. Antes del advenimiento del peronismo, los anarquistas tenían gran influencia en los talleres; instauraron maneras de comportamiento, códigos éticos, métodos de organización y trabajo gremial. Con Perón en el gobierno, la relación entre anarquistas y peronistas continuó, basada en un respeto mutuo”.
Los antiperonistas de Tafí comienzan a llamarlos Mau Mau. Los militantes del Cipon no se sienten ofendidos: también reivindican la guerra de independencia en Kenia. Y para hacer honor al nombre le “cortan la cabeza” a dos jefaturas de taller seguidas, expulsándolas por “gorilas”.
Varios oficiales del ejército retirados y en actividad que se dicen peronistas van a ver a los dirigentes del Cipon para influenciarlos. Todos son rechazados, especialmente el general Miguel Ángel Iñiguez, del Comando de Operaciones de
El ferroviario cordobés evoca por sus apodos a viejos conocidos de
“El anecdotario de sus vidas es enorme”, recuerda Cena. “Todos murieron pobremente, orgullosos de haber sido lo que fueron. El primer desaparecido ferroviario de
Unas últimas líneas sobre los Mau Mau de Kenia: durante años, historiadores y periodistas británicos presentaron una imagen feroz de los independentistas, pero el investigador Mark Curtis, fundador del Royal Institute of International Affairs, tiró abajo estas descripciones. En su libro Web of Deceit (“Red de engaños”), publicado en 2003, Curtis revela que más de un millón de kenianos fueron prisioneros en “aldeas cercadas”. A los sospechosos se les interrogaba con “cortado de orejas, perforación de tímpanos, azotes y quemaduras con cigarrillos encendidos”.
Y el historiador David Anderson, de
Fruto de un convenio suscripto por la Empresa Ferrocarriles Argentinos y la Dirección Nacional de Educación del Adulto (D.I.N.E.A.), nace en 1979 una escuela para adultos con el fin de beneficiar al personal con desempeño en el ámbito ferroviario y sus familiares. Por esta razón, al principio de la vida institucional del Centro Educativo de Nivel Secundario Nº 64 sólo se permitía la incorporación de un 10% del total de los alumnos provenientes de otras reparticiones nacionales, provinciales o municipales. En sus comienzos esta escuela funcionó en el local de la Escuela Nº 33 "Justo josé de Urquiza" ubicada a dos cuadras de la Estación de Ferrocarril y con el tiempo se trasladaría al edificio de la Escuela de Educación Secundaria Nº 132 "Basavilbaso" (ex- Colegio Nacional)
Este patrocinio fue sostenido hasta el año 1981, y aunque la escuela era un ente nacional pocas fueron las intervenciones del Estado para el sostenimiento de la misma.
Como vemos, la historia de esta escuela secundaria está ligada a la historia institucional del país, los años finales del último gobierno militar deja sin tutoría a sus propias creaciones y comienza una etapa nueva donde las autoridades educativas abren las puertas a todos los interesados de la localidad y la zona que quieren terminar sus estudios secundarios.
Sus ex-alumnos integrados a la comunidad en diversos trabajo, en la vida política e institucional, son los primeros en beneficiar a su escuela, la que les había dado el título tan ansiado.
Una vez perdida la tutoría de la órbita nacional de la que dependía el CENS, no podía subsistir sin la ayuda cotidiana de algún organismo que viera sus necesidades, es así que en el año 1984, en plena democracia, el Poder Ejecutivo Municipal, con la participación activa del Honorable Concejo Deliberante suscribe un nuevo convenio para sostener esta institución tan necesaria para la vida de Basavilbaso, colaborando constantemente para satisfacer las necesidades no cubiertas por el ámbito nacional y provincial.