Así franco y sencillo el verso, desde la experiencia y la remembranza, desde el asombro y el dolor, Osvaldo expone sus sentimiento recordando las grandes locomotoras que supieron poblar la playa de estacionamiento de la Estación Gobernador Basavilbaso.
COLOSO DE ACEROSimplemente detengo el tiempo
aflora en mi memoria,
ese coloso de acero
protagonista de esta historia.-
Silenciosas madrugadas
interminables pitares,
perturbando los sueños
de aquel poblado en descanso.-
Solitario hombre accionaba
dos brazos de madera,
dando vía libre al gigante
no resultando tediosa la espera.-
Escasos metros separan
de la estación ferroviaria,
ruidoso chillido de hierros
deteniendo la marcha obligada.-
Indicando plataforma
una voz en el parlante,
clima alegre y nerviosismo
resultado equidistante.-
De la formación bajan y suben
foráneos y forasteros,
unidos en la circunstancia
como sencillos pasajeros.-
Señal partida indicatoria
campana de metal bronceado,
a su destino emprende
el viaje diagramado.-
Se va perdiendo
en el amplio firmamento,
ni siquiera sospechar
que ya no habría regreso.-
Descarriló la realidad
produciendo gran daño,
como por arte de magia
prevaleció el engaño.-
Osvaldo "TULA" Butala
(Basavilbasense residente en Chajarí-Entre Ríos)
Gracias Osvaldo por compartir tu poesía con todos los que pasan por este lugar y que hacemos con mucho esfuerzo, con mucho cariño por nuestro pueblo y este medio de transporte que pobló nuestra niñez.
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